Análisis del vídeo: Gestión Escolar por la Dra. Magali Robalino.
Contrario a lo que suele pensarse, la gestión escolar
comprende un campo muy amplio e importante en la educación y en las
transformaciones que esta sufre o puede sufrir. A pesar de este rol tan importante
que juega, se la ha relegado a un plano muy remoto en la escala de prioridades
educativas.
Según la Dra. Magali Robalino en el marco del III
Congreso Pedagógico Internacional “Gestión Escolar para el Logro de los
Aprendizajes” organizado por la Dirección Regional de Educación de Lima
Metropolitana (DRELM) a inicios del año escolar 2015, el liderazgo compartido
es la mejor forma de gestión escolar que podríamos aplicar en nuestros tiempos
ya que cuando no se involucra a docentes ni a estudiantes ni a directores de
centros no se logran las verdaderas transformaciones escolares. Entonces, si
queremos lograr una transformación educativa integral y efectiva el enfoque
compartido es la clave. Gestión y liderazgo se hayan, pues, asociados. Tanto
directores como docentes son líderes. A su vez, todos los actores somos
responsables en el proceso educativo.
Para el logro de los objetivos escolares dos figuras
son determinantes de acuerdo a estudios realizados por la UNESCO en el ámbito
de los factores intraescolares, estos son: en primer lugar, el docente; y, en
segundo lugar, el director. Conviene, entonces, colegir que una dirección
escolar compartida es fundamental para los cambios educativos. Este es un tipo
de liderazgo en donde la visión se crea, comparte y asume juntos. En un
liderazgo compartido, hay varios factores que se asocian al logro de objetivos
y al cambio escolar, entre estos: la dirección, el trabajo en equipo, el
acompañamiento a docentes, el clima, las expectativas, el compromiso de los docentes,
participación de las familias y la comunidad, entre otras.
Para Arie de Geus (1988), la gestión educativa es “un proceso de aprendizaje de la adecuada
relación entre estructura, estrategia, sistemas, estilo, capacidades, gente, y
objetivos superiores, tanto hacia el interior de la organización como hacia el
entorno”. Esta concepción pone de manifiesto dos realidades: primero, que
la gestión educativa es fruto de actores internos a la organización; y,
segundo, que la misma tiene un alcance externo, no solo se concentra en el
ámbito interno. De hecho, los directores y docentes que se preocupan por la
integración de la comunidad, las familias y la sociedad en conjunto, son los
que ostentan un mejor desempeño laboral y académico. Sin embargo, de todos los
modelos o visiones de gestión propuestos por Juan Casassus (2000), en nuestras
escuelas aún impera el modelo normativo sobre los demás. Por un lado, se les
pide a tanto docentes como directores ser líderes auténticos, apasionados de lo
que hacen, motivadores y motivantes e innovadores en sus centros educativos y
comunidades, pero la norma rígida y carente de humanidad es la que se impone.
Si queremos lograr nuestros objetivos académicos un
complemento esencial para el buen funcionamiento de la escuela resulta la
propiciación de un buen ambiente o una buena dinámica escolar. Ya que como se
demostró en estudios internacionales, las escuelas latinoamericanas tenían todo
para fallar, pero no lo hicieron debido a que contaban con docentes motivados,
con altas expectativas, adecuada formación universitaria, un excelente clima de
aula; y con directores con capacidad de servir, comprometidos, motivados, con vocación
y buena valoración.
En nuestras aulas encontramos directores que confunden
autoridad con autoritarismo, con ausencia de apoyos internos y externos al
centro y déficit de habilidades administrativas, comunicativas, financieras y
empatía. Se observan algunos líderes apáticos, desinteresados en aplicar los
principios de una gestión escolar eficaz. Pero, también los hay buenos y
excelentes que se distinguen por ser conscientes de su liderazgo y promueven la
integración de todos los actores escolares. En lo relativo al nivel formativo
se ha observado una mejora sostenida.
Dentro de las amenazas del liderazgo escolar
dominicano se encuentran los siguientes: 1) poco apoyo financiero a las
escuelas por parte del gobierno, lo que dificulta accionar en favor de
proyectos escolares, a pesar de esto, los directores en su mayoría logran hacer
lo que pueden; 2) una gestión escolar rígida, homogénea, autoritaria, normativa
y centrada en lo administrativo; 3) la débil participación de las familias; 4)
los conflictos y desconfianzas entre el personal; 5) presencia de fuerte
subordinación; 6) promoción del cargo directivo como poco atractivo y como el
último peldaño a escalar en la carrera docente; 7) la ausencia de información y
formación sobre liderazgo escolar ya que no hay base investigativa que sustente
el liderazgo escolar latinoamericano pues existe una débil especialización en
la formación de los directores ni siquiera se cuenta con organizaciones
dedicadas a políticas de liderazgo; 8) las líneas que separan a directores y
docentes se pueden confundir y llevar a que los primeros no sean capaces de diferenciar
entre sus necesidades y las de segundos; entre otros aspectos.
De igual modo, de acuerdo a la Dra. Robalino y a lo
estudiando en la asignatura Gestión Escolar de esta habilitación docente,
podemos decir que algunos desafíos para nuestro sistema educativo son: a)
promover el liderazgo como una vocación o carrera atractiva para ser mejor
valorada por todos los actores educativos; b) la recuperación del liderazgo del
equipo escolar y la comunidad; c) abordar dos líneas de trabajo fundamentales:
el profesionalismo (saber hacer lo que debemos hacer) y la profesionalidad (condiciones de motivación y
compromiso ético con nuestro trabajo); d) la generación de un protagonismo
docente y directivo que incentive la participación de los mismos en la formulación
e implementación de políticas educativas y en articulación de las mismas que desarrollen más el concepto de
gestión escolar, poniendo siempre lo administrativo al servicio de lo educativo;
y e) la atención a la diversidad de docentes y directores entendiendo que la
autenticidad no tiene porqué representar un problema al cumplimiento de la
norma.
Wilfred Joel
Castillo Guzmán
Referencias
bibliográficas
·
Casassús, J.
(1998). Acerca de la práctica y la teoría
de la gestión: Marcos Conceptuales para el análisis de los Cambios en la
Gestión de los Sistemas Educativos. Consultado en: www.scribd.com/doc/12667410/gestionbuscadelsujeto.
·
Casassús, J.,
UNESCO. (2000). Problemas de la gestión
educativa en América Latina (la tensión entre los paradigmas de tipo A y el
tipo B). Versión preliminar. Consultado en: http://www.lie.upn.mx/docs/Especializacion/Gestion/Lec2%20.pdf
·
Correa de Urrea,
A., Álvarez, A., Correa V., S. (2000). La
gestión educativa, un nuevo paradigma. Fundación Universitario Luís Amigó. Recuperado en: http://virtual.funlam.edu.co/repositorio/sites/default/files/6lagestioneducativaunnuevoparadigma.pdf
·
Dirección Regional
de Educación de Lima Metropolitana (DRELM) et Robalino, Magali. [DRELM Perú].
(2015, enero 8). Conferencia:
"Gestión Escolar" - Magali Robalino - UNESCO. III Congreso
Pedagógico Internacional “Gestión Escolar para el Logro de los Aprendizajes”.
Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=f2bY1Grz5js
·
UNESCO. (1999). La gestión: en busca del sujeto. Seminario Internacional “Reformas
de la gestión de los sistemas educativos en la década de los noventa” Santiago,
Chile, 13-14 noviembre 1997. Recuperado de: http://unesdoc.unesco.org/images/0011/001176/117612so.pdf
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